Mensaje del Director:
Características de un verdadero cristiano. Todo ser humano desde su niñez hasta la ancianidad, tiene algo que lo diferencia de los demás. Cada cuál no es una réplica de alguien, sino ser único en medio de la humanidad. Ni una gota de agua es idéntica a otra gota, así sucede con las personas. Todos hemos escuchado muchas veces las manidas frases «Eres igual a tu padre o eres igual a tu madre» Por regla general para mostrar una faceta negativa o poco favorable del carácter de alguno de ellos. Pocas veces para ensalzar virtudes o aciertos. Pero en realidad no es cierto, no somos iguales, por cuanto parecido no significa ser igual. Los errores además se encuentran en el imaginario popular y la contínua repetición. Nos gusta meter a otros dentro de la misma bolsa. Por ejemplo, las mujeres expresan «Los hombres son todos iguales y nosotros no queremos ser menos, pensamos lo mismo de ellas» Como vemos nos hemos creado una falsa perspectiva de la realidad que vivimos.
Características personales, definen conductas.
Hay personas a las que no les gusta ser contradecidas, siempre quieren tener la última palabra. Otros en cambio pacientemente escuchan y luego evalúan si es provechoso continuar haciéndolo. Los primeros alejan de si a excelentes personas sin darse la oportunidad de aprender algo valioso. Los segundos siempre aprenden algo y luego deciden continuar cultivando o no esa relación. Como dice el Dr. Manuel Aparicio Alonso, Presidente de nuestra Comunidad Mundial Comusav «Hay que desaprender para continuar aprendiendo» Si observamos que hacer las cosas de una manera no brinda buenos resultados, deberíamos pensar y luego decidir cambiar. No es una tarea sencilla cambiar un hábito, pero con ayuda y práctica en solo 28 días es posible hacerlo. Gran parte de la felicidad en nuestra vida se ha perdido por nuestra propia culpa. ¿Hasta cuando permitiremos que ello continue ocurriendo? La diferencia para una mayor calidad de vida depende, de que cada uno se empeñe en hacer las cosas mejor.
Características destructivas.
No debemos nunca hablar por hablar. Hasta cierto punto somos dueños de nuestro tiempo, pero no debemos apropiarnos del de los demás. Esto es necesario tener en cuenta, para el conferencista, comunicador, evangelista predicador tanto como el ciudadano común. ¿Para qué hacemos que con palabras o gestos nos muestren siempre las tijeras? Si en nada es edificante ni de valor lo que tenemos para decir, mejor es permanecer callado. Nada es más frustrante que la persona que demora la cajera del supermercado contandole la historia de su vida. Tampoco algo aleja tanto a los verdaderos amigos, como escuchar a alguien murmurando acerca de los demás. ¿Porqué estar pendientes en los defectos de los demás cuando podemos ocuparnos en corregir los nuestros? No cuestionemos y menos divulguemos cosas que dañen el honor y la reputación de una persona. Aunque fuesen ciertas, nunca conocemos toda la verdad.
Características de un siervo.
Se por experiencia, que muchos saltarán de sus asientos y otros me apuntaran con sus dedos. «Hermano tú no eres quien para juzgar a nadie» En esto soy pragmático. «Hermanos pueden hacer de sus vidas lo que quieran. No es de mi incumbencia, es a Dios a quien le rendirán cuentas. Pero mi llamamiento fue para predicar y luego enseñar acerca de la palabra y eso es lo que estoy haciendo. Si lo hago bien o no es Dios y no vosotros quien me juzgará. No puedo ni debo dejar de hacer aquello para lo que fui llamado. Si alguien no está de acuerdo, pues a nadie obligo a que me siga. Si desean comunicarse tienen los formularios para hacerlo y mis datos están en el sitio como registrados en la Web. Las palabras se las lleva el viento, pero las que están escritas permaneceran. Conforme pasan los días no veo un aumento de la fe y reverencia al Altísimo. Creo que se olvida que el Señor es el Creador, no nuestro delivery personal.
Características de todo buen cristiano.
Pese a que estamos en el mundo, no somos del mundo. Por lo tanto todo aquel o aquella cristiana que participa y se mimetiza con las cosas del mundo ¡Cuidado! Estan parados en el filo de la espada. Acaso olvidan que está escrito «Cualquiera que quiera ser amigo del mundo se constituye enemigo de Dios» ¿Qué deben ver en nosotros la gente del mundo cuando frecuentamos cualquier lugar o salimos del templo? Deben ver una diferencia notable por cuanto Cristo está en nosotros y no en la vida de ellos. Actitudes, lenguage, vivencias e indumentaria deben mostrar esa gran diferencia. Pablo afirmaba que muchas cosas son lícitas, pero no todas convienen. Lícito es comer carne, pero si por esa causa tropieza cualquier hermano, entonces no comeré carne. Como dije antes eres libre de vivir como desees. Pero si algo en como vives hablas y te vistes insinúan cosas que harán tropezar algún hermano débil, mejor déjalas. No sea que por tu causa confundido se pierda y haga inútil el sacrificio de Jesucristo. «Imposible que no vengan tropiezos; pero ¡ay de aquel por quien vienen!»