Mensaje del Director:
Vuelve a tu lugar. La Biblia lo dice con absoluta claridad. Para muchas personas tener dos orejas es normal, pero no comprender para qué le fueron dadas. Elemental que fue para resguardar y amplificar los sonidos que escucha por los oídos. Seguramente no para colocar y colgar cualquier elemento de las mismas. Aunque esto se hace hoy además de otras partes del cuerpo. Me he preguntado infinidad de veces ¿por qué un hombre en estrecha relación de mucho tiempo con Dios no usó de discernimiento para escuchar y comprender? Una de las respuestas pudo ser; que Adán olvidó cuál era su lugar. Lo que Dios le ordenó no era un asunto de opinión y razonamiento, sino de absoluta obediencia. Quizás, el compañerismo en su relación con el Señor era tan profunda que confundió las cosas. No era igual a Dios, sino creado por Dios al que le debía reverencia y credibilidad. A causa de esa insubordinación de Adán, heredamos nosotros el pensamiento de que podemos hacer las cosas a nuestra manera.
Vuelve a tu lugar. Consecuencias nefastas.
Una de las grandes consecuencias derivada de las conductas de Adán y Eva fue perder nuestra condición natural. La primer pareja fue hecha a semejanza de Dios para vivir eternamente en su presencia. Con su desobediencia perdieron esa bendita y maravillosa condición. Muchas personas aun se preguntan ¿por qué tengo que morir? Aquí está la respuesta, ya no somos semejantes a Dios, sino heredamos la semejanza del Adán caído. Y cómo él murió también nosotros al tiempo de cada cual también moriremos. La voluntad de Eva en tomar decisiones en contra de la voluntad de Dios y aceptada por Adán fue nefasta. Bajo ningún punto de vista era admisible creer en la palabra de una serpiente antes que a Dios. Aquí también nació la confusión en los roles masculinos y femeninos. La mujer puede hacer muchas cosas pero no inmiscuirse en lo que el Hombre debe decidir. Dios no le palmeó la espalda a Adán por su decisión. Sino recibir la primera gran sentencia de la Historia «Por haber obedecido la voz de tu mujer, maldita será la tierra por tu causa»
Vuelve a tu lugar. Donde no meter la nariz.
Es muy probable que a muchas mujeres no les guste lo que escribo pero la verdad no puede ser ocultada. No fue a Eva a quien Dios reprendió por la desobediencia sino a Adán. «Por haber escuchado a quien no debías, desde ahora vas a sufrir tú y toda tu descendencia dolor y muerte» Hoy vemos que por casi todo el mundo se elevan voces en favor de la igualdad. No estoy en contra de la igualdad de los derechos civiles de hombres y mujeres. Pero no a que ambos tengan que hacer las mismas cosas, puesto que no «somos iguales» Se que les molesta a muchas mujeres, pero el orden fue establecido por Dios. Cristo cabeza del Hombre y el Hombre cabeza de la mujer, la Biblia lo dice así. Hoy es una lucha constante de la mujer querer ocupar el lugar y hacer las cosas en toda actividad que el hombre realiza. Una gran Mujer, Birgit Keller fervorosa activista en contra de la ideología de género en su libro «Genero GaGa» resume: «Yo soy mujer» ¿Porqué tengo que hacer las cosas que hace el hombre? Muy cierto ¿por qué?
Vuelve a tu lugar. El que te corresponde.
El orden en todas las cosas es algo fundamental aunque muchas veces se ignora. Lo vemos en la naturaleza aunque no comprendamos todas sus manifestaciones. En el mundo prevalece el desorden, pero el ser humano necesita vivir con cierta forma de orden. Imprescindible para desarrollar sus actividades y convivir en medio de la comunidad y sus semejantes. Nadie puede hacer lo que quiere todo el tiempo y siempre habrá alguien por encima de cada cual. A esta altura de mi vida no tengo mucha injerencia en las cosas mundanas, pero aun así debo respetar las reglas. Dios es un Dios de orden, Él lo estableció y lo mantiene. Pero el ser humano dentro de cada congregación es responsable por actuar y hacer lo que corresponde en su lugar. Se comienza como miembro después de ser bautizado y si hace lo correcto será luego apartado para otra función. No se trata de trepar o elegir dónde se trabaja sino donde se le asigna y hacerlo con humildad y devoción. No es aceptable «tener cintura» sino de moverse con honestidad y tolerancia hacia cada miembro. Eso somos aunque se tenga mayor o menor cargo y responsabilidad.
Vuelve a tu lugar, no se logra por herencia.
No hablo acerca de intenciones, no las conozco y menos puedo juzgarlas. Pero por la gracia y misericordia del Señor he comprendido muchas cosas y sobre ellas si puedo hablar. Cuando Cristo comenzó su ministerio en la tierra eligió 12 hombres para esa tarea. Y cuando volvió a las alturas a ellos encomendó ir por toda la tierra y predicar el evangelio. No llamó eligió y envió a ninguna mujer esa es la realidad y aun se debe mantener. No significa que la mujer no pueda hablar acerca de Jesús, sino que en los lugares de liderazgo puso a hombres. Las condiciones que se leen en la biblia para Pastores y Diáconos es sobre conductas masculinas. Cierto Pablo habla acerca de una Diaconisa en Cencrea, ignoro si lo hizo en cuanto a un cargo o sobre una función. Pero en otro orden expresó, «No permito que la mujer doctrine al hombre» un Pastor si lo hace. En algunas congregaciones si el Pastor responsable es casado a su esposa se le llama Pastora. Ni en el mundo se aplica tal cosa, si el esposo es Dr. la esposa no tiene porqué serlo. Se suele decir «Cada cosa en su lugar» perfecto entonces que cada cual ocupe el suyo. No es donde te gusta, sino donde Dios te coloca.