Prisioneros del temor o vivir en libertad.

Prisioneros del temor o vivir en libertad.

Mensaje del Director:

Prisioneros del temor o vivir en libertad. Cuando mi nieto empezó a caminar, entraba en cualquier sitio completamente a oscuras sin experimentar ningún temor. Pero cuando comenzó a crecer y escuchar los comentarios de su abuela, mamá papá y los parientes su conducta cambió. Ten cuidado está oscuro no se ve nada espera como otras frases, fueron modelando su comportamiento. Hoy con 7 años me pide que lo acompañe y encienda la luz cuando quiere dirigirse a un sitio oscuro. También debo agregar que no quiere ir a ningún lugar que desconoce solo. Más allá de si el lugar está oscuro o en plena claridad y confieso mi fracaso en ese aspecto. Siempre luché para que no pusieran en la mente del niño pensamientos sobre peligros infundados. El temor no es algo con lo cual se nace, sino se aprende por las actitudes de los mayores. Claro que hay que acompañarlos con nuestra presencia y guiarlos. Pero una cosa es enseñar a los pequeños cómo hacer las cosas, otra muy diferente es infundir temor. Vea cada uno; cuál su responsabilidad.

Prisioneros del temor, pero no saber a qué.

La mayoría de la gente vive gran parte de su vida como encerrada en una jaula de temor. Lo lamentable es, por cosas que no sabe si van a ocurrir. Mientras tanto no se preparan para situaciones que si posiblemente sucedan. Se comete el grave error de pensar en el final antes que en el principio. Necesito un trabajo decide alguien y entonces sale a buscarlo. Ahora bien ¿Qué clase de trabajo y con qué cuenta? ¿Solo con el deseo, los dedos de las manos, alguna preparación y algo más? En eso se debe pensar primero. Porque con esas credenciales debidamente asumidas debe presentarse delante de un particular o empresa. Y con eso convencerlo de que se es la persona idónea para desempeñar el cargo o realizar la tarea. De lo contrario volverá con las manos vacías y otro tomará su lugar. Las personas piensan primero en recibir antes que en qué pueden ofrecer, para luego obtener algo a cambio. No es esa la forma correcta de pensar y actuar y cuanto más temprano se aprenda mayores serán los beneficios. Más feliz quien da que el que recibe.

Prisioneros del temor, cuando existen causas.

Cierto que no hay una edad definida en el cual que se llega al uso de la razón. Es algo que se va adquiriendo con el paso del tiempo cuando el conocimiento forma parte de la vida. Pero cuando se llega ese momento y además se hace uso del mismo, llega también el sentido de responsabilidad. Se sabe con absoluta certeza qué es lo que está bien y lo que está mal. Lo que es lícito y lo ilegal, el derecho o la injusticia, la verdad o la mentira. ¿Porqué la mayoría elige y hace lo que no debe? Sería un tema de nunca acabar, los motivos para eso son tantos como las personas que viven en el mundo. Máxime cuando no se desconoce que todo en nuestra existencia tiene una consecuencia, excelente, buena regular o desgraciada. Una palabra del Libro de los Libros afirma que «Huye el impío sin que nadie lo persiga» ¿Es esto totalmente cierto? Solo en parte, nunca se persigue a alguien cuando no se sabe qué ha hecho. Pero quién lo hizo, sabe al instante que alguien lo perseguirá hasta encontrarlo y entonces huye. El temor lo  mantiene prisionero.

Prisioneros del temor, pese a nuestras fallas.

No somos seres perfectos, por favor no nos hagamos trampas al solitario. Nos equivocamos asiduamente y en ocasiones lamentablemente pero cierto; conscientemente. Como afirmaba el Pastor Adrián Rogers «Pecadores pero sin culpa» Nuestra mejor intención es apuntar siempre a la excelencia, lo he repetido más de una vez. Eso hace más fácil el acierto que el error. La perfección llegará para todo creyente y esa es la intención de «encaminonuevo» que todo ser humano llegue a serlo. ¿Cuándo? Pues eso ocurrirá cuando resucitemos en vida nueva luego de haber realizado lo necesario aquí en nuestra existencia terrenal. Hoy deseo ocuparme en cosas que suceden en toda congregación cristiana. En primer lugar no todos quienes concurren son miembros dedicados. Allí concurre toda clase de personas con intereses e intenciones diferentes, espero que se entienda de qué hablo. Así que no caigas en la acusación fácil de que la Iglesia es o se hace esto o aquello. Repito y que quede claro, en ese lugar concurre cualquiera. Habrán cosas que te gustarán y otras que te desagraden.

Prisioneros del temor reverente.

En varias áreas de mi vida permanecen personas, Instituciones y lugares  a quien respeto pero a quien no reverencio. Todo eso lo digo y mantengo con absoluta corrección y convicción. Pero mi reverencia es para con Dios. Él ocupa el primer lugar en mi vida por cuanto nadie ha hecho por mi, lo que él hizo y continúa haciendo hoy. Esa es la clase de temor a la cual me refiero. Temor a ofender desobedecer entristecer y deshonrar a quien no solo debo mi existencia. Sino también la única esperanza de ocupar un lugar en la eternidad. En el mundo viven mezclados los que creemos en Dios y quienes lo niegan, como la cizaña junto al trigo. Pero hora viene y está muy cercana cuando habrá separación entre ambos. ¿A quien honras tú, a las criaturas o al Creador? Eso hará la diferencia donde pasarás la eternidad. Con Dios o en el abismo. Tú y nadie más que tú tiene la oportunidad de encontrar la respuesta correcta en este preciso instante. Tal vez más tarde o quizás mañana ya no tendrás esa oportunidad. ¡Decídete  ahora!

 

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